APEGO Y SUS TIPOS

 

El apego es  una relación entre el niño o niña y la persona encargada de su cuidado, basada en  la búsqueda de protección y seguridad ante el peligro.

Es diferente a una vinculación afectiva que sería una relación de afecto, respeto y cariño entre dos personas. Vinculaciones afectivas podemos tener muchas, tantas como relaciones tengamos, sin embargo, el apego es una vinculación única y especial, condicionando el desarrollo psicológico de la persona y la formación de la personalidad.

Existen cinco criterios para que se considere un vínculo de apego:

  • Es persistente, no transitorio
  • Involucra a una persona específica, no es reemplazable con nadie más
  • La relación es emocionalmente significativa
  • La persona desea mantener proximidad o contacto con la otra persona
  • La persona se siente afligida, angustiada por la separación involuntaria de la otra persona

 

“DAME UN PUNTO DE APOYO Y MOVERÉ EL MUNDO”  Arquímedes

El establecimiento del apego desde la infancia más temprana se relaciona con tres sistemas fundamentales:

  • El sistema de exploración: Es el que permite al niño/a contactar con el ambiente físico, facilitando el desarrollo de estrategias de afrontamiento
  • El sistema de miedo: Que sería aquella representación mental (predicción) que hace el niño/a respecto a si tiene a alguien que le va a proteger en situaciones de amenaza.
  • El sistema de afiliación. Mediante el cual los niños/as contactan con otras personas, la sociabilidad

 

La teoría de John Bowlby

John Bowlby (1907-1990) fue psiquiatra y psicoanalista infantil. Su figura de apego fue su institutriz, cuando él tenía cuatro años se fue, viviendolo como el duelo de una madre. Por ello, se dedicó a estudiar los efectos de la relación entre el cuidador principal y el menor, en la salud mental de los menores y en su vida adulta.

Su teoría afirma que toda persona busca de forma innata a una persona de seguridad en caso de amenaza. Y que éstas primeras experiencias con nuestros cuidadores determinan las relaciones que tengamos con los demás a lo largo de nuestras vidas. El estilo de apego establecido durante la infancia puede ser visible en los miedos o inseguridades del adulto, y en la manera de afrontarlos.

 

Harry Harlow y la privación maternal

Harry Harlow fue un psicólogo estadounidense que estudió la teoría del apego y de la privación maternal de Bowlby con macacos de seis meses, separándoles de sus madres. Introducía a esas crías de macaco en unas jaulas con dos artefactos sustitutivos de sus madres. Uno de ellos era una estructura de alambre con un biberón incorporado que le daba alimento y el otro una figura similar a un macaco adulto recubierto con fieltro.

Las crías pasaban mucho más tiempo pegados a la figura de fieltro incluso aunque no les proporcionaba comida. El apego hacía esa figura ponía en entredicho la idea de que el vínculo entre madres y crías sólo se sostenía por la proporción del alimento. Esa relación se notaba incluso en la forma en la que las crías exploraban el entorno. Se sentían más seguros y emprendían ciertas tareas por su propia iniciativa e incluso se aferraban a la figura de fieltro cuando introducían una amenaza y sentían miedo. Además cuando separaban a los animales de esta figura mostraban signos de ansiedad por separación, con gestos de desesperación buscando a esa figura de seguridad.

 

Video del experimento:

 

Mary Ainsworth y la “situación extraña”

Es una de las psicólogas más reconocidas por su contribución a la teoría del apego. Fue discípula de Bowlby y diseñó uno de los mejores experimentos: la situación extraña. Se hizo con niños y niñas de un año de edad en una habitación en la que estaba con ellos su madre. Luego entraba la experimentadora y se iba la madre (provocando una situación de estrés) y luego entraba la madre. En función de cómo reaccionaba el niño/a estableció tres tipos de apego, considerándolos un predictor eficaz del apego adulto.

 

Video del experimento:

 

  • Apego seguro: se caracteriza porque el niño/a busca la protección y la seguridad de la madre y recibe cuidado constantemente. Los niños/as se relajaban cuando estaban con sus cuidadores. Se mostraban conductas de exploración y confianza en que la ruptura del apego se iba a reparar, es decir, que sus madres iban a regresar.
  • Apego evitativo: el cuidador deja de atender las necesidades de protección del menor. No reaccionaban a la madre como refugio. Los niños/as con este tipo de apego se regulaban con objetos, no con la madre puesto que en su representación mental no confiaban en que sus madres iban a estar presentes para calmarlos.
  • Apego ansioso: Tampoco sentían a su madre como base segura, a veces están y otras veces no. Son niños/as que no eran capaces de explorar. Se mostraban con mucha ansiedad y estaban en una continua ambivalencia sobre si podían contar o no con sus madres.

 

Mary Main y su nueva clasificación

Mary Main inició la segunda revolución en los estudios de apego, poniendo el foco en tratar de explorar el mundo interior del apego y no tanto en las manifestaciones conductuales del mismo. Hizo estudios longitudinales en el que hacía seguimientos del desarrollo del estilo de apego desde la infancia hasta después de la adolescencia de hijos de un grupo de familias de clase media.

Main y Solomon crearon una nueva categoría de apego. Revisando los videos de la situación extraña, observaron que había reacciones de niños/as que no entraban dentro de esas categorías y añadió el apego desorganizado: basado en conductas muy extrañas, fríos y agresivos. Este estilo se genera en ambientes familiares con padres o cuidadores que han ejercido estilos de relaciones parentales altamente patológicas como consecuencia de haber sufrido experiencias severamente traumáticas, o pérdidas múltiples no elaboradas. Estos bebés tienen experiencias desconcertantes, temibles e impredecibles, tienen vivencias de terror, de impotencia y falta absoluta de control sobre lo que pasa.

Los tipos de apego sirven para explicar las diferencias individuales  respecto a cómo la gente piensa, se siente y se comporta en las relaciones interpersonales.

El concepto de “apego” hace referencia a los vínculos emocionales que la gente forma con otras personas a lo largo de su vida, primero con sus progenitores, y después con sus amigos, su pareja, sus compañeros y sus hijos.

 

 

 

Apego y regulación emocional

El tipo de apego es fundamental en la co-regulación emocional, es decir las personas influimos los unos sobre los otros, sobretodo a nivel nervioso, el estado del sistema nervioso (simpático o parasimpático) de una persona influye en el estado de la otra con quien se relaciona. Y esos tipos de apegos influyen en nuestra propia regulación emocional: en la regulación de la impulsividad (ira, violencia, comportamientos de riesgo); tolerancia a la frustración para prevenir estados emocionales negativos (ira, estrés, ansiedad, depresión), perseverar en el logro de los objetivos a pesar de las dificultades, capacidad para diferir recompensas inmediatas a favor de otras más a largo plazo…

Las personas con un estilo seguro utilizan con mayor frecuencia estrategias de proximidad, curiosidad, exploración, expresión directa de emociones y búsqueda de apoyo social cuando falla su capacidad. Modulan bien su excitación y son flexibles emocionalmente.

Los de estilo evitativo recurre a la inhibición emocional, supresión de emociones negativas y pensamientos dolorosos y distanciamiento de los contextos de apego. Todo ello como estrategia para minimizar el estrés asociado al rechazo. Existe en estas personas cierta incapacidad para reconocer sus experiencias emocionales y expresarse en este plano

Las personas con apego ansioso se caracterizan por la búsqueda de proximidad hacia las figuras de apego con excesiva demanda. Suelen tener comportamientos de hipervigilancia, preocupación constante, prestan mucha atención al estrés y recurren constantemente a recuerdos emocionales dolorosos y dificultad para regularlos.

¿Se puede cambiar el estilo de apego?

El apego no se mantiene igual a medida que el desarrollo progresa. Las relaciones de amistad, laborales y de pareja también influyen en el tipo de apego y el rol que se mantienen con las nuevas figuras de apego cambia. Todas las interrelaciones que se producen desde el nacimiento hasta la edad adulta marcan el comportamiento del momento actual. Una persona con un estilo de apego inseguro en la infancia puede nutrirse de las conductas de apego seguro que le brindan su pareja u otras personas significativas y modificarlo. Lo realmente importante es desarrollar estrategias para generar seguridad, por lo tanto, se puede aprender, modificar de manera estable y permanente un modo de respuesta nuevo y tener otras dinámicas con nuestros círculos sociales.

 

El tipo de apego es una plantilla que puede modificarse

 

 

 

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