Claves para el “mejor” proceso de divorcio o separación posible.
Desde que en España se legalizara el divorcio en 1981, estos han ido progresivamente en aumento, sin contar con las muchas parejas que, de hecho tienen hijos pero convivian sin estar casados, por lo que no realizan un proceso de “divorcio” como tal en su separacón.
Son muchas las investigaciones que nos demuestran las repercusiones emocionales, afectivas y sociales que se producen tanto en los hijos/as, como en la pareja que decide separarse. La ruptura de pareja es considerada un evento vital estresante para toda la familia, sin embargo, su impacto puede ser diferente para unos y otros (Overbeek, Vollebergh, De Graaf, Schulte, De Kemp y Engels, 2006). Las variables que más influyen en un “mal divorcio” son un inadecuado cumplimiento del régimen de visitas, que provoca inestabilidad en los menores, un rol equivocado de las nuevas parejas, el estado psicológico de los padres, la separación de los hermanos/as, así como los conflictos previos y posteriores a la separación (Fariña, Seijo, Arce y Novo, 2003).
Según Overbeek et al (2006) la manera en que los padres afrontan la situación, es el predictor más significativos de la presencia de problemas de comportamiento o de alteraciones psicológicas en los menores.
Por tanto, ¿Qué aspectos tenemos que tener en cuenta a la hora de comunicar la separación a nuestros hijos/as?
- Es importante dar la noticia de forma conjunta. De esta forma se evita que haya versiones distintas por parte de los padres. Será mejor decidir qué detalles se van a dar sobre los motivos de ruptura y cuáles no.
- No señalar culpables ni inocentes, decirles siempre que ha sido una decisión tomada por los dos, incluso aunque haya sido uno de ellos quien lo decidiera.
- Evitar que la conversación sea un monólogo. Incentivar a que los hijos/as pregunten y expresen sus emociones, sus miedos e inseguridades respecto a la nueva situación.
- Tranquilizarlos diciéndoles que los que se separan son los padres, ellos no van a perder la relación con ninguno de los dos.
- No quitarle importancia a la situación y explicarle que todos os tenéis que adaptar a los cambios que están por venir. Cuanto más claros estén esos cambios mejor: con quién van a pasar las vacaciones, dónde va a vivir, qué días puede ver a cada uno, quien lo recoge de la escuela…
- Es muy importante que escuchen, las veces que sea necesario, que ELLOS/AS no son culpables.
- Utilizar un lenguaje adaptado a la edad de cada hijo/a.
- Se deben hacer explícitas las posibles ventajas de las nuevas circunstancias.
- Recordar siempre que es tan importante el contenido como la forma en que se comunica. Es crucial mostrar empatía y comprensión.
- No olvidar que el momento y lugar adecuado facilitará que sea menos traumática la noticia.
Y, ¿cómo podemos afrontarlo?
La conflictividad mantenida entre los padres es uno de los factores de peor pronóstico en la evolución de los hijos/as. Son muchos los aspectos que se deberán de seguir coordinando para atender las necesidades físicas, materiales, de salud, escolares, emocionales y afectivas de los menores, por lo que mantener una comunicación adecuada entre la ex pareja será beneficioso para toda la familia.
- Lo mejor que podéis hacer por vuestros/as hijos/as es hablar bien de vosotros/as delante de ellos.
- El dolor y la rabia, no se calman con regalos o diversiones poco comunes. Lo que vuestros hijos/as necesitan es tiempo de calidad con cada uno de vosotros/as.
- Puede ser una tortura o un trauma que los hijos/as tengan que decidir de qué parte están, tanto en pequeños como en medianos conflictos. No les pidais que se posicionen nunca. Os quieren a ambos.
- Evitar que los hijos/as sean instrumentos de venganza.
- Aunque el niño pase la mayor parte del tiempo con un miembro de la pareja, debe de comprometerse a informar al otro de las cosas más relevantes.
- La comunicación diaria con los hijos/as es muy importante. Dadas las facilidades en la comunicación hoy día, no hay excusa. No hacen falta largas conversaciones, un simple “hola, que tal te ha ido el dia” marcará la diferencia.
- Tened en cuenta que realmente ellos/as quieren que los dos estéis en su vida.
Y SOBRE TODO: No prometer nunca lo que no se podrá cumplir.
Los divorcios no siempre son negativos para los hijos. Vuestras conductas mejorarán el proceso de adaptación. Existen ventajas para los hijos ante la separación de los padres, entre ellas está el evitarles que vivencien situaciones con un alto nivel de conflicto entre sus padres y que no tengan como referencia una pareja en la que no hay una buena comunicación entre ellos. Otra de las ventajas es que suelen desarrollar áreas de resiliencia y responsabilidad a edades más tempranas, favoreciendo su crecimiento y adaptación a situaciones estresantes futuras (Tedeschi y Calhoun, 1996, 2004).
Si estás en un proceso de separación y/o divorcio, en nuestro Centro de Psicología PETTCA- GRANADA te daremos las herramientas adecuadas y la información psicoeducativa necesaria para afrontar la situación, ya sea la tuya o la de tus hijos/as.
BIBLIOGRAFÍA
Robin L. G-R. (2004). Positive effects of stressful life events: Psychological growth follosing divorce.Miami University
Fariña, F., Seijo, D., Arce, R., y Novo, M. (2003). Evaluación e intervención psicológica en procedimientos de separación y divorcio. En L. Herrera, O. Lorenzo, M. del C. Mesa e I. Alemany (Coords.), Intervención psicoeducativa: Una perspectiva multidisciplinar (pp. 477-495). Granada: Grupo Editorial Universitario
Overbeek, G., Vollebergh, W., De Graaf, R., Schulte, R., De Kemp, R., y Engels, R. (2006). Longitudinal assoications of marital quality and marital dissolution with the incidente of DSM- III R disorders. Journal of Family Psychology, 20 (2), 284-291.
Harvey, J. H., y Fine, M. A. (2004). Children of divorce: stories of loss and growth. Mahwah, Nueva Jersey: Lawrence Erlbaum Associates, Inc., Publishers.
Martínez-Pampliega, Sanz, Iraurgi, y Iriarte, 2009. Impacto de la ruptura matrimonial en el bienestar físico y psicológico de los hijos. La Revue du REDIF 2009, Vol. 2, pp.7-18 www.redif.org https://www.researchgate.net/publication/237126387
Tedeschi, R. & Calhoun, L. (1996). The Posttraumatic Growth Inventory: Measuring the positive legacy of trauma. Journal of Traumatic Stress, 9(3), 455-471. doi:10.1007/bf02103658
Tedeschi, R. & Calhoun, L. (2004). Posttraumatic growth: Conceptual foundations and empirical evidence. Psychological Inquiry, 15(1), 1-18. doi:10.1207/s15327965pli1501_01
http://www.algeciras.es/es/temas/servicios-sociales/aprende-a-separarte/#